¿Eres comparable?

¿Eres comparable?

Tu negocio va a evolucionar en la manera en que tú, como líder, evolucionas.

 

¿Qué va a pasar si estamos todo el día ejecutando las mismas acciones que cuando empezamos?¿Si todo sigue igual?

 

Exactamente, no va a pasar nada.

 

Todo empieza a cambiar cuando empiezas a creer. Si tu crees que algo es verdad, va a ser verdad; si por el contrario, crees que hay algo imposible, va a ser imposible.

 

Ahora bien, si esto nos lo llevamos al negocio… ¿Qué va a pasar si creo que la gente compra por precio?

 

Efectivamente, entonces compito por precio.

 

Dejo de llevar las riendas de mi propio negocio y empiezo a coger las riendas de la competencia, a contagiarme de sus miedos, de sus aciertos y de sus fracasos y por tanto, eres comparable para el resto de público.

 

El ser comparable implica vivir a la deriva, falta de autoestima, confianza y vivir a expensas de que alguna nueva empresa emergente, nos coma el terreno.

 

Tienes que empezar a trabajar en tu incomparabilidad, en tu negocio y sobre todo, en ti.

 

Ahora, que eres consciente de las consecuencias de ser “comparable” cuéntame…

 

¿Quieres ser comparable?

 

Gracias por leerme cada semana,

 

Mª Elena | MP IMPULSA

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